Este poema del gran médico D. Gregorio Marañón, humanista y polifacético, que yo solía leer en la estación de metro en Madrid que lleva su nombre cuando estaba por allí, y que me dio una idea de la calidad de persona que tuvo este gran hombre, me hace ver lo que hay detrás de cada médico y de cada enfermera y de cada profesional al servicio público, el entregarse de corazón a una causa buena, la mejor que puede haber. Dedicado a todos los profesionales que están enfrentando esta pandemia.
Si ser medico es entregar la vida a la misión elegida.
Si ser medico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día.
Si ser medico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad, del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios.
Si ser medico es amor, infinito amor, a nuestro semejante,..
Entonces ser medico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce; la enfermedad, salud; y la muerte vida.
Gregorio Marañón
Créditos de la fotografía: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Madrid_-_Estaci%C3%B3n_de_Metro_de_Gregorio_Mara%C3%B1%C3%B3n_3.JPG